jueves, 6 de septiembre de 2012

Sobre recreación medieval y sus peculiaridades


… O “de que va esto”. Pues como dice el nombre, va de recrear. Eso quiere decir que quienes nos metemos en esto, picados por el gusanillo de la historia, tenemos un cierto interés en saber como vivía la gente de la época. Encontraras en mesas de recreacionistas gente hablando sobre costumbres sociales del siglo XI, movimiento migratorios, rencillas cortesanas, técnicas de artesanía, batallas y personajes históricos como quien oye hablar de futbol en un bar… seis años me han dado para acomular mucho conocimiento gracias a tanta conversacion y hoy puedo decir con total seguridad que sigo siendo un novato total, aunque quizás algo menos de lo que lo era al empezar. Ni que decir tiene que en medio de todo ello caen chistes, canciones de todo tipo rematadas a coro y risotadas a renglón seguido de anécdotas de nuestro mundillo particular.

Y… ¿como demonios llegas a conocer gente suficiente con esta clase de intereses como para llenar una mesa (o varias)?… Pues te pones tu primer traje y con mas o menos fortuna partes hacia un evento de recreación.

El traje es la base que muestra nuestro interés, al fin y al cabo nadie se vestiría de algo que no le gustase. Así pues la gente tendera a hablar contigo de la zona, época y papel asociados a ese traje. Eso inevitablemente lleva a mejorar tu conocimiento sobre el tema, y a depurar ese traje. Al poco, si realmente te enganchas, llegan los complementos, la tienda medieval… creedme, no hay nada como ver la cara de un policía en un control de tráfico mientras le explicas para que son todos esos cachivaches incomprensibles que ve por todo el coche.

Por decirlo claramente, no esperéis ver a alguien con un traje de volantes con corsé en un evento de recreación altomedieval, ni con capas de fieltro sintético brillante. Un buen recreacionista tratara de reproducir el traje objetivo fielmente, incluso en la tela y coloridos empleados, prenda por prenda. No resulta extraño ver gente que ha cosido su traje por entero a partir de patrones, ya que si bien las ropas se pueden comprar el número de buenos suministradores es limitado, y no siempre se puede encontrar exactamente lo que uno busca. Además el coserse la propia ropa ayuda a mantener la variedad puesto que de comprar todos los trajes al final nos repetiríamos bastante.

En un evento de recreación podéis esperar ver un campamento mas o menos numeroso, con tiendas de época variadas y gente haciendo vida, ya sea comiendo, practicando alguna artesanía o entrenando esgrima antigua. Además habrán desfiles por las calles del lugar concursos de tiro con arco y esgrima, alguna batalla teatralizada, demostraciones públicas sobre los usos y costumbres en el vestir o charlas sobre la forma de vida y la economía de la época . Pero sobre todo lo que veréis es muy buena gente con la que compartir un gran fin de semana… Y aunque comencé a ir por la historia, fue la gente y el buen ambiente que se da alrededor de una hoguera al caer el sol lo que me ha hecho volver hasta hoy.

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